La palabra rara vidajenear se utiliza coloquialmente para referirse a la acción de fisgar, la fea costumbre de husmear, interesarse y/o entrometerse en la vida ajena. Alguien que vidajenea es sencilla y llanamente un cotilla, un metomentodo, una persona amiga de los chismes y de los cuentos.
Pocas cosas son más habituales en los pueblos pequeños que vidajenear: que si al Antonio, el marido de la Margari, le han despedido del trabajo; que si a Pepi y Luci, las hijas adolescentes del Manolo y la Juani, las han pillado fumando canutos en el instituto; que si “El Melenas”, el primo del panadero, le ha puesto los cuernos a “La Fresca” -qué paradoja-, la dueña del bar de la plaza, etc.
Así son las cosas y así las cuentan los porteros y las porteras de turno. Elamarillismo hecho corneta. Abanderados de la crónica rosa. Siempre vigilantes, atentos a cada movimiento, con los rulos puestos y la lengua bien afilada. Dispuestos a vidajenear con más imaginación que argumentos.
En fin, yo vidajeneo, tú vidajeneas, él vidajenea,… Un verbo distinto que conjuga con gracia, una palabra rara más.
Se entiende por probóscide el aparato bucal en forma de trompa o pico que tienen algunos animales y que, normalmente, utilizan para la succión.
En español, una curda no sólo es una persona originaria del Curdistán (Kurdistán), sino que también es una borrachera. Así que la palabra rara‘encurdarse’ significa emborracharse, beber hasta trastornarse los sentidos.
La divertida palabra pillopillo se utiliza en Chile para designar a un tipo de árbol muy parecido al laurel, con forma piramidal y flores blanquecinas.